martes, 3 de febrero de 2009

Nuevos Criterios en la Selección de un ERP

En los últimos años, ha habido una transformación clara en el software empresarial ERP, hasta convertirlo en un producto básico para las empresas.

Aunque es obvio que funcionalidad y tecnología de las soluciones han de cubrir unos mínimos imprescindibles, el mercado, los fabricantes y los compradores, han pasado ya a una etapa de madurez, en la que se pone más énfasis en la eficacia y capacidad de uso ofrecida a los usuarios, que en todo lo demás.

El proceso de evaluación del software empresarial en nuestros días, puede orientarse desde un punto de vista más innovador, dejando atrás los métodos tradicionales muy centrados en las ventajas que se podrían obtener: optimización de circuitos, integración de procesos, reducción de rotaciones de inventario, mejoras al servicio a clientes, etc …. El proceso de selección se ha centrado tradicionalmente en identificar los aspectos específicos/críticos de la empresa por medio de la definición de los procesos y los requisitos funcionales del negocio. La tecnología y las funcionalidades principales (la lista de requerimientos), han sido siempre los factores predominantes en la selección de un sistema. Aunque los precios del software fueran altos, siempre podían justificarse gracias a las tangibles ventajas económicas que obtendría el negocio. El retorno de la inversión era claro, y la variable que prevalecía.

Hoy en día, la capacidad de uso de los productos es más importante incluso que la funcionalidad. Los usuarios usan la tecla TAB más que cualquier otra para saltarse todas las funciones insustanciales e innecesarias que nunca se llegan a implementar, y pasan de una pantalla a otra, buscando la información esencial, lo realmente importante.
Por otro lado, las funcionalidades que ofrecen los diferentes productos son tan similares, que la única diferencia es su longevidad, su ciclo de vida, sobre todo teniendo en cuenta el panorama de fusiones y adquisiciones de las empresas del sector, y sabiendo que el coste más grande del software empresarial, es el de cambiar de producto.

Por tanto, en esta nueva época de madurez del software ERP, no existe un retorno claro de la inversión. Lo importante hoy es el coste total de propiedad, la funcionalidad ya no es el factor diferenciador, ha sido reemplazada por la capacidad de uso, la usabilidad del sistema, y tampoco es tan importante la tecnología, ahora se trata de la estabilidad del producto.

Por lo tanto en un proceso de evaluación de software ERP en nuestros días, habría primero que detectar la magnitud y especialización del producto en las áreas que buscamos y en el sector de actividad, y luego probar los procesos para comprobar la facilidad de implantación y la capacidad de uso. Es comparable a la elección de un coche. Quizás nuestros abuelos preguntaban por tuercas y tornillos, pero ahora nos preocupamos más por el GPS, el climatizador y los detalles de confort y estética. Lo demás se le supone.